Una habitación. Una habitación y su inmensidad. Que extraña, y la tengo atada en este momento. Surge en ti , acontece en ti. Es penumbra, una sombra, una pena, un dolor. Me desgasto. Quisiera volver y tan solo reencontrarme para saber que no te falle. Habito en cadenas untadas en aceite. Mis manos, mis dedos, mi fuerza resbala como el jabon en agua tibia. El silencio me oye y me tumba. La habitación se cubre en un manto sellado, profundo, hermetico. Dispersión espectral, fantasmas… mis propios fantasmas. Lugar ajeno al espÃritu comprimido, empuñado, humillado. Mis horas tras la decepcion de otras traiciones en un tiempo inexacto, difuso, comprometedor. Perfil de un cuerpo aterrado gritando en off, y solo la grieta por donde aparece la musica revive el pulso de mi sangre, compás tras compás, tension a la cuerda: ¡clanck! Detencion. Grieta. Súcubo. La habitacion se llena de ese aroma a sangre quemada, etérea, de fluir apagado, lento y sombrío, inquietante. Debo retroceder. Se retroceder. Ahora solo debes tenerle miedo al sí mismo, a esa inmensidad negra como tu soledad. ¿Te quiero? ¿Me querrÃas? (aun asi?)...Te quiero, te extraño, me extraño y deseo creer que para ambos es lo mismo para que no sea cierto. Y me oyes… solo deseo que no sea cierto…
La fragilidad. La dispersion. El frenesi de estas angustias. Intento tras intento es igual a fracaso o medias tintas. Llega a ser inutil, vano, trivial. No puedo salirme de toda esta plataforma asfixiante, me intoxico de mi misma, de mi cuerpo, de mis deseos de ser alguien que le sonrÃe al mundo, que lo disfruta, o lo busca sin desesperarse. Yo me hallo en el claustro lúcido de mis mentiras, de mi lugar cada vez que engaño con la promesa de ser alguien diferente.
A veces siento una verdad aterradora: estoy muriendo. Pero es contradictoria. Muchas veces es como una esperanza: acogedora, me calma. De algun modo se que todo esto dejara de moverse, de perturbarme, de molestar a todos los que me rodean. Pero tambien me aterra saber que creo en ella como la unica salida. ¿Salida a que? ¿Al invento de mà misma? ¿A lo que veo de mà en un espejo? ¿A lo que siento cada vez que veo un plato de comida frente a mi boca?. No puedo sentir hambre, ella me devora para despues mortificarme. ¿Que sucede cuando sientes que nadie ve mas alla? Dios no quiere hablarme. Dios tambien me ve gorda. Y no puedo entender que me este mintiendo, de esta forma, o de las miles de formas, incluso de las imposibles. Odio o Negación?. ¿A quien culpar?
La fragilidad. La dispersion. El frenesi de estas angustias. Intento tras intento es igual a fracaso o medias tintas. Llega a ser inutil, vano, trivial. No puedo salirme de toda esta plataforma asfixiante, me intoxico de mi misma, de mi cuerpo, de mis deseos de ser alguien que le sonrÃe al mundo, que lo disfruta, o lo busca sin desesperarse. Yo me hallo en el claustro lúcido de mis mentiras, de mi lugar cada vez que engaño con la promesa de ser alguien diferente.
A veces siento una verdad aterradora: estoy muriendo. Pero es contradictoria. Muchas veces es como una esperanza: acogedora, me calma. De algun modo se que todo esto dejara de moverse, de perturbarme, de molestar a todos los que me rodean. Pero tambien me aterra saber que creo en ella como la unica salida. ¿Salida a que? ¿Al invento de mà misma? ¿A lo que veo de mà en un espejo? ¿A lo que siento cada vez que veo un plato de comida frente a mi boca?. No puedo sentir hambre, ella me devora para despues mortificarme. ¿Que sucede cuando sientes que nadie ve mas alla? Dios no quiere hablarme. Dios tambien me ve gorda. Y no puedo entender que me este mintiendo, de esta forma, o de las miles de formas, incluso de las imposibles. Odio o Negación?. ¿A quien culpar?
Dark Frozen Wings
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