Ojalá comprendieras tan sólo una vez que cada lágrima mía al caer rodando por mi pálida mejilla lleva dentro un claro clamor intenso, que grita, que sufre porque no me puedes ver, porque no ves como realmente soy y porque muchas veces siento que no te intereso.
Ojalá supieras que una gota de mi sangre nunca será suficiente para todo mi dolor mostrarte, todo este sufrimiento, toda la agonía que siento con cada herida, con cada corte ni se compara con la fría realidad que me consume día a día.
Ojalá te dieras cuenta que mi ingrávido corazón late por inercia cada vez que estás lejos, cada vez que estás junto a mi y tus ojos no logran ver al fantasma dentro de mi; que ese corazón se siente morir cada vez que te vaz lejos de aquí, y muchas veces desea dejar de latir, porque se rinde, porque piensa que nunca podrás ver lo que hay mas allá de mis ojos, más allá de mis sueños.
Ojalá supieras que una gota de mi sangre nunca será suficiente para todo mi dolor mostrarte, todo este sufrimiento, toda la agonía que siento con cada herida, con cada corte ni se compara con la fría realidad que me consume día a día.
Ojalá te dieras cuenta que mi ingrávido corazón late por inercia cada vez que estás lejos, cada vez que estás junto a mi y tus ojos no logran ver al fantasma dentro de mi; que ese corazón se siente morir cada vez que te vaz lejos de aquí, y muchas veces desea dejar de latir, porque se rinde, porque piensa que nunca podrás ver lo que hay mas allá de mis ojos, más allá de mis sueños.
Edhelwen Erzébet
No hay comentarios.:
Publicar un comentario