Nunca me gustaron las historias románticas
pero podrán pasar infinidad de cosas
buenas y malas el hecho es que las rosas del jardín por sobre todo seguirán
floreciendo lo único malo es que se marchiten sin ninguna razón…
Tus días son mis noches, mis noches
son el siniestro sollozo de los segundos
en el tiempo que se va sosegado en pequeñas notas de una canción desafinada por
las gotas de lluvia. en esta habitación fúnebre los muros teñidos por las
lágrimas evaporadas de las que han pasado por aquí erizan la piel, no encuentro
mi reflejo en el espejo, no puedo sentir el sol acariciando mi cabello. Amante compañera aquí estamos varios siglos
después y sigo encontrando en cada centímetro
de tu piel algo diferente con
nuestros cuerpos intoxicados por la lujuria de nada sirve ahora el merlot
derramado en tus caderas.
Vagabundeo en mi cama entre el cachondeo de
tus besos y las ganas de dejarte ir quererte así es mi vicio; Nuestros cuerpos
están encendidos deja que el fuego se detenga cuando tenga que detenerse
mientras tanto seguiré vagando con mis dedos en tu cuerpo abriéndome paso por tu vestido, dibujando por
el puro placer de hacerte estremecer
caminos que llevan al mismo lugar húmedo. Mi boca baja por tu
espalda sabes que me gusta jugar en la
delicada piel de tus piernas y enciendes
la pasión con tus manos en mi espalda y tus besos mojados he invasores en mi
boca, ya es una imagen cotidiana en este intimo rincón quien diría que
esta erótica amistad es tan intensa que
disipa cada instante que estas lejos de mí. En una sociedad decadente y
ególatra de seres humanos desechables somos Siluetas cortejando la inmensidad
del firmamento, luceros alardeando sensualidad
en planetas extraños, Sentimientos adormilados por la serpiente de la
indecisión, quimeras salpicadas de ternura. Puedes pedirme que sea el eterno
abrigo de tu cuerpo o el siempre sereno frió de tus labios…
Sentado en un viejo sofá espero la noche
detestables vientos de urbanidad invaden este viejo bar por las grietas del
techo entran delgadas líneas de sol las letras de una rola revolotean en mi
cabeza. No estoy muerto simplemente estoy durmiendo, si miras mi a sosiego si
notas que tengo sueño… En los suspiros del funeral de mis ideas tus lindos ojos
son las flores, mis pensamientos las oraciones los recuerdos el cementerio de
mis pasiones.
Se respira aires de sensualidad en la atmósfera que sofocante se muestra implorante produciendo ansiedad letal. En la
plazoleta del pequeño poblado camina una joven pareja; buscando intimidad
desgarran la delicada cortina de terciopelo negro con la que noche cubre mis
pasos. Al dar vuelta en la esquina sus pasos derrumban el silencio, los puedo
acompañar ¿quién eres tú? Dijo ella un tono gris ensombreció esos ojos
verdes ¡no existen las princesas! aun
así su sangre en mis colmillos relataban sinceridad. Ahora lo sabes soy el que
siembra soledad en los corazones Y cosecha
resequedad opaca en los pensamientos. No siempre te puede ir bien….
Manuel Escobar
No hay comentarios.:
Publicar un comentario